Hace unas semanas, tuvimos la oportunidad de conversar con Paulix, una joven talento que está subiendo en el panorama hard techno local. En su debut más esperado, cerró la primera edición de Traver Event en el Castell de Montjuïc, siguiendo a la reconocida Nusha. Con una mezcla de pasión, energía y una conexión natural con el público, su historia refleja un recorrido casual pero lleno de personalidad, tanto dentro como fuera de la cabina.

Buenas noches, Paulix. Hoy es un gran día para ti: debutas cerrando el festival después de Nusha, frente a un público muy animado. Cuéntanos, ¿cómo te iniciaste en este mundo?

Buenas noches, Toni. Desde pequeña he recibido muchas influencias musicales, flamenco, mucha rumba y pop español, pero sobretodo música electrónica, música makina y techno de los 90’s, con aquel aire tan groovero. Parte de esto ha sido por mi padre. El tocaba vinilos y le encantaba la música makina, también tuvo el placer de hacer la ruta del bakalao, era y es un fiel amante de esta cultura.

Sobre mi primer contacto con este mundo fue gracias a un compañero de la universidad. Un día fui a su casa y me dejó probar su mesa de mezclas. Desde ese momento, supe que no había marcha atrás. Me compré mi mesa y empecé a aprender y abrirme camino. Poco a poco, surgieron oportunidades y empecé a pinchar en algunas masías. Luego conocí a Manikin Events, quienes me dieron la oportunidad de pinchar con ellos, y aquí estoy hasta hoy.

Todo ha ido sobre ruedas, pero ¿cuáles son tus próximos pasos? ¿Qué objetivos tienes para los próximos años?

La música es un sentimiento para mí, algo que llevaré dentro toda la vida. Siento que la música no va a morir conmigo ni yo con ella. La pasión es lo que me mantiene fiel y sí, ahora es un trabajo que me da dinero y caché, la gente empieza a conocerme. Pero si en unos años no va bien, seguiré pinchando en mi casa hasta el último día. A pesar de esto, mi objetivo es seguir trabajando como hasta ahora y actuar por todo el mundo gracias a la música, además, quiero producir mis propias canciones; eso sería mi gran objetivo.”

Me encanta esa frase: “Siento que la música no va a morir conmigo ni yo con ella”. Es muy profunda. ¿Cómo te describirías a ti misma y cómo transmites esa pasión al público?

Amo el arte en todas sus formas. Escribo, dibujo, improviso… Me gusta tocar el bajo con mis amigos, bailar, escribir poesía, rapear…. ¿Describirme? Diría que soy libre. No me gusta sentirme frenada. Soy una persona con orígenes humildes y no olvido mis raíces. Soy pasional; creo que la pasión y el amor mueve el mundo, y que el esfuerzo y la constancia lo pueden todo. Sin amor y pasión por lo que haces no hay nada”

Dices que eres muy pasional. ¿Cómo llevas esa pasión a tus sets y cómo la transmites al público?

Psy trance, neo rave, industrial, groove, un género que me chifla, también el breakbeat, house, incluso uptempo. Últimamente me atrae mucho el schranz, hard trance, hardcore, acid… Me gusta añadir vocales para romper la monotonía del set y darle ese toque de baile y cantaditas que tanto gustan al público. Añaden mucha dinámica a la sesión.

Transmitir mi pasión al público… no lo busco, simplemente me sale. Es una conexión natural.

Representante: Es que Paulix lo transmite. Ella disfruta con sus sets y esa buena vibración la transmite, creando un ambiente muy bonito. Se respira amor y energía.

Tus gustos musicales son bastante duros. ¿Qué tienen de especial para ti y por qué prefieres estos géneros enérgicos en lugar del house o el reguetón?

 

No me cierro a otros estilos, pero cuando subo a cabina, me gusta este género. La electrónica es más fluida, creativa y divertida. A diferencia de otros géneros con voz, la electrónica te permite jugar mucho y tener hasta cuatro pistas a la vez. Creo que cada género tiene su momento; no soy hater de ninguno. Puedo estar en un tardeo de house a las 4 de la tarde en la playa y a las 5 de la mañana en un club bailando industrial durísimo.

¿Qué tiene la música electrónica, en concreto el hard techno para que sea tan especial para tí?

La fuerza que tienen la línea de bajo y el bombo. No sé describirlo, solo se sentirlo. Es algo que no se puede describir, solo vivir y sentirlo, cerrar los ojos y ya. Quizás viene desde mi infancia, ya que mi padre tocaba vinilos y siempre he respirado mucho el género Makina. No sé el motivo pero esta es la razón por la que siento tanta cercanía con esta parte más hard de la electrónica.

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